Abuelo, estabas triste y decidiste apagarte como se apaga una vela: de a poquito.
La tristeza, en mi caso, es extraña. Te has ido, pero estás y siempre vas a estar.
Ya no eres cuerpo, abuelo, ahora eres música de estudiantina con mandolina incluida, eres una voz cantando bajito los taquiraris de la época que viviste en el oriente, eres cine, eres mina, eres montaña, eres villancico, eres el eco de un bandoneón en un tango antiguo- de esos tangos que te acompañaban cuando entrábamos a tu escritorio y nos invadía el olor a tinta fresca, y vos dibujando cientos de nombres con letras góticas-
A veces las palabras se secan como se secan las lágrimas.
7 comentarios:
Otro abrazo.
bello post, escribir asi refleja conocer a esa persona e identificar sus rasgos. Y las personas dejan de ser cuerpo para ser esencia y memoria q brindan sonrisas.
Saludos
(cuando era nińo yo dibujaba letras góticas, me hiciste acordar eso)
Gracias Edgar querido, abrazo recibido.
LuisT: "Las personas terminan siendo memoria y esencia", muy bonito y muy cierto. Abrazos.
Los tangos, tu abuelo siempre estará en los tangos, y los tangos son eternos. Especialmente en La Paz. Un abrazo, querida.
Dani: Abrazo recibido. Va otro abrazo cruzando la calle y hasta la esquinita.
No se ha ido del todo, esta presente en tus recuerdos y con sus enseñansas y ejemplo.
Un abrazo Vania
Vivencias: Cierto, nadie se va del todo mientras vivan los que lo han conocido. Un abrazo de vuelta.
Publicar un comentario