viernes, septiembre 26, 2008

CONEJOS LEGENDARIOS

Los "Conejos Legendarios" son un grupo de seis chicos del curso de mi hijo Sebas que se declaran fanáticos de Rayman, y en especial del conejo mutante que es el personaje del juego.

Aquí les dejo con algunos dibujos de mi Sebas, imitando a los videos que hay en la red (hay muchísimos).

Me declaro enamorada del conejo Superman con el robacorazón en la frente.


Si quieren saber más del juego y del conejo, les dejo con un video corto, donde podrán verlo en acción.



P.D. Me acabo de enterar que estos conejos (los de Rayman) planean dominar el mundo. No estoy segura si los "Conejos Legendarios" tienen los mismos planes. Mañana hay reunión de conejos de 9 años (los legendarios) en mi casa. A ver qué pasa.

viernes, septiembre 19, 2008

INSTRUCCIONES PARA TOMAR UN MINIBUS- PARTE II

Los Pasajeros


La mayor parte de la población paceña toma minibús. Los que no lo hacen tienen en las siguientes líneas una lista de personajes imprescindibles con los que uno se topa en el viaje:

La pancha – Generalmente tiene más de cincuenta años, utiliza un peinado de peluquería con un montón de spray para el pelo, un abriguito un poco pasado de moda pero bastante bien cuidado, zapatos con taco cuadrado y cartera con tiro pequeño que agarra con las dos manos delante del pecho. A veces usa lentes de aumento y lápiz labial de un color rojo “scarlet de lo que el viento se llevó”. Hay una gran probabilidad de que la señora en cuestión sea maestra jubilada o ama de casa. Esta señora tiene la especialidad de hacer parar cualquier minibús, esperar a que el voceador le repase dos veces la ruta, por ejemplo “vetnedoctubresanpedrorodriguezgaritacementerio” y luego pregunta: “¿no pasa por El Prado?” (Como para hacerle morder los dedos con la puerta del minibús).

El viejito chocho – Señor de más de setenta años que suele usar traje, corbata y chaleco de lana por más que esté yendo solamente a tomar sol a la Plaza Murillo. Este señor gruñón empieza a despotricar contra todo y contra todos desde el momento que pone el pie en el vehículo: “espere puesh máestro, no ve que estoy shubiendo?” (nótese que no dice maestro, sino máestro, siempre con acento en la a). Lo más interesante es que a veces se toma la libertad de hablar por todos los demás pasajeros. “Oye chico, cerrá la ventana, nos está entrando viento” (nótese que al voceador siempre le dice “chico”) ”Máestro, rebaje puesh la múshica, no queremos quedarnos sordos”, “chico, apurate con el cambio!” y así todo el camino hasta que por fin baja del minibús con la cara roja de rabia y la venita de la sien izquierda hinchada y a punto de reventar.

La mamá distraída- La mamá distraída por lo general viaja en el primer asiento de la fila a mano izquierda (al lado de la ventana). Lleva una bolsa y/o aguayo enorme y a dos niños menores de cinco años que suelen tener los mocos saliendo de la nariz y/o suelen comer plátanos o mandarinas embarrando todo lo que está a su alcance mientras su madre mira cansada el horizonte por la ventana con los ojos perdidos y melancólicos.

El hombre/celular: Señor treintañero o cuarentón que por lo general es empleado público o tramitador. Suele ser un poco gordito, usar un terno plomo, medias blancas, no usa corbata y usa mocasines o sino su atuendo es un pantalón de tela color marengo, camisa clara y chamarra de cuero negro o café hasta la cadera. Este señor entra al minibús hablando por celular y haciendo equilibrio para no caerse de oreja, agarrándose del asiento con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda ya que con los otros tres dedos de esa mano agarra un fólder de plástico un tanto amarillento o un maletín chato de cuero, y la mano derecha la tiene ocupada con el celular en la oreja. Sus conversaciones siempre empiezan con un “como es hermanito!”.

La señora-bulto: Señora que espera el minibús en una esquina concurrida, generalmente cerca de un mercado de abasto. Esta señora es por lo general de pollera, usa una manta de vicuña que tiene agarrada debajo del mentón con un gancho enorme plateado y un sombrero borsalino café o negro, zapatos planitos y un delantal con grandes bolsillos. La señora-bulto hace parar el minibús y le dice al voceador “chico, ayudame”. A continuación, la señora y “el chico” suben apuradamente tres a cuatro bultos con verduras y frutas fraganciosas, e invariablemente un aguayo enorme. Luego la señora sube con un ágil brinco ladeando el sombrero borsalino sin hacerlo caer, sube el “chico”, cierra la puerta y el chofer parte como un bólido (o bóludo, según las circunstancias). El pasajero que suba al lado de la señora-bulto tendrá que viajar con los pies encima de las mandarinas o con media nalga fuera del asiento por el escaso espacio que dejó libre la señora – bulto.

Los “delicados” Son aquellos pasajeros que suben por lo general al último asiento del lado derecho. Si no es una señora gordita y con el pelo teñido color naranja oxigenado, cabello largo descuidado amarrado en una cola con una liga vieja y que usa lápiz labial fucxzia, es un señor con bigotes y mal humor. Los “delicados” se sientan y clavan literalmente el trasero en el asiento. Cuando el infortunado pasajero de su lado tiene que bajar, en vez de parase y bajarse para dar campo, suben ridículamente la rodilla izquierda en un amague de hacer espacio, obligando al que está bajando a hacer peripecias de faquir para bajar del minibús.

Los aromáticos - Hay personas que por la faena diaria de trabajo físico o la ausencia de ducha durante algunos días de la semana emiten olores corporales que pueden hacer colapsar al minibús. Entre los más comunes están el “señor sobaco”, “el patitas” y “doña sarro”.

Una última cosa, dentro del léxico de la urbe andina hay una frase clave para quienes utilizan este servicio de transporte: "¿puedo aprovechar?". Esta frase se utiliza cuando estamos en medio de una trancadera infernal, a media cuadra de donde queremos bajar y significa que vamos a bajar del minibús bajo nuestro porpio riesgo, no importa que estemos en la fila del medio en una calle de tres carriles, que el semáforo esté cambiando de nuevo a verde y que los del carril derecho estén empezando a avanzar con la intención de atropellarnos si es necesario. Quieran o no, todos usamos el "puedo aprovechar": el viejito chocho, la mamá distraída, el hombre-celular, la señora-bulto, los aromáticos, los delicados y hasta los que regatean el pasaje...


miércoles, septiembre 10, 2008

DE COYUNTURAS Y TUCUYMAS AFINES

Hay días como hoy en que odio la palabra COYUNTURA, pues se mete en medio de mi desayuno y me da dolor de barriga. Días como hoy no creo en palabras como “diálogo”, “concertación” ni “negociación” porque sé que hay intereses políticos y económicos tan grandes en todo este despelote que han quitado validez y significado a estas palabras. Tampoco creo en las palabras “pueblo” ni “ley” ni “justicia”, pues cada quien las usa como mejor le parece según sus intereses.


Días como hoy me siento abandonada. Sé que este sentimiento de abandono no sólo me afecta a mí, sino a todos aquellos que no creemos en Mesías ni en Salvadores ni en Dueños de la verdad (así con mayúsculas). Nos afecta a los que no queremos suscribirnos a ninguno de los dos bandos en que se ha separado este país porque simplemente no nos gusta la forma en que hacen las cosas ni los unos ni los otros.


Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. ¿Esperanza de qué? ¿De que los unos o los otros quieran ceder en sus posiciones? ¿De que de pronto, así por arte de magia, les interese el futuro de Bolivia y de TODOS los bolivianos?


Días como hoy no consigo ver la luz al final del túnel.

lunes, septiembre 08, 2008

ENTREVISTA

Hace unos días Carakan tuvo la gentileza de hacerme una entrevista "virtual" sobre este blog. Me parece una iniciativa muy interesante para ir conociendo a las personas que están detrás de los blogs que visitamos.

Les invito a darse una vuelta.

miércoles, septiembre 03, 2008

INSTRUCCIONES PARA TOMAR UN MINIBUS- PARTE I

Si es que usted estimado lector, no conoce la ciudad de La Paz en Bolivia, podrá encontrar en las siguientes líneas una pequeña guía para ubicarse en nuestras ruidosas calles.

En esta primera parte describiremos uno de los medios de transporte más utilizados por la población y términos relacionados al mismo.

EL MINIBÚS


Minibús: Dícese de aquel bólido que puede correr a la velocidad del sonido y romper cualquier clase de silencio, ya sea con “músca de maestros” (léase cumbia villera, huayños y morenadas varias) y/o los gritos del “voceador”. Un minibús tiene una capacidad variable que no solo depende del tamaño del vehículo en cuestión sino de la cantidad de personas que QUIEREN ocupar el mismo, pues en un minibús de 12 personas, SIEMPRE van 13, y si se “estrechan” pueden entrar tres más especialmente si se trata de escolares. Por lo general estos vehículos de transporte público cuentan con características comunes, como:
  • Perendengues varios, generalmente una especie de cerquillo de tela con inscripciones de devoción ya sea a la Virgen de Copacabana, Urkupiña, o a equipos de Fútbol como Bolívar o el Tigre (The Strongest).
  • Perro de plástico que tiene la cabeza conectada al cuerpo con una especie de resorte que hace que éste esté moviendo permanentemente la cabeza al ritmo de la cumbia villera (que como se dijo en el párrafo anterior es ambiente musical de todo minibús que se respete).
  • Sticker’s varios con frases muy útiles como: “no distraiga al conductor”, “si usted salió tarde no es culpa del chofer”, “pase al fondo”, “cierre despacio”, “tantas curvas y yo sin frenos”, etc.
  • CD multicolor colgado del retrovisor a modo de adorno.
  • Retrovisores y luces en mal estado o tal vez arruinados por falta de uso.
  • Alguno que otro raspón/abolladura mostrados con orgullo como cicatrices de guerra.
  • Letrero anunciando la ruta del Minibús por si algún peatón sordo no ha escuchado/entendido lo gritado por el "voceador".
Voceador: Persona, por lo general menor de 21 años, que grita, literalmente, ya sea colgado de la puerta del minibús o por la ventana del mismo, el recorrido que va a realizar la movilidad. ¿Cuándo grita? cada vez que el chofer toca de una a tres veces la bocina. Otra de sus funciones es cobrar los pasajes, hacerse el sonso cuando tiene que dar cambio, pero eso sí, exigir con una mirada furibunda e indignada y una amenaza de “entonces bájese ps señor” cuando al pasajero le faltan diez centavos para completar el pasaje. Frases imprescindibles para ser voceador:
  • Estréchese por favor (arrúguese como una momia para que otro sujeto entre en el minibús)
  • Sueltits por favor (tener monedas de corte menor para pagar el pasaje)
  • NadieS (cuando ninguna persona baja en alguna parada anunciada)
  • Completos (cuando en el minibús no entra ni una aguja)
  • ¿Le deberé diez (o veinte) centavits? (cuando es obvio que se está haciendo el gil con el cambio y el pasajero se lo exige).

Minibusero: Conductor, chofer, piloto, del minibús. Persona con nervios de acero para pasar de un carril a otro a ochenta kilómetros por hora y sin mirar al espejo retrovisor, para crear una tercera línea en una calle de solo dos carriles, para meterse entre dos micros (buses) con forma de dinosaurios con una separación de 3 milímetros o menos, o para parar tan pegado al vehículo de adelante que puede oler la nuca de su conductor. Tiene que tener, además, las siguientes capacidades:

  • Tocar la bocina cuarenta y cinco veces (45) por minuto.
  • Estar sentado (manejando) 18 horas diarias.
  • Cambiar moneditas al voceador mientras habla con la mina de al lado, escucha y corea “Su florcita” (versión andina) a todo volumen y se mete al carril de al lado para parar en seco si alguien grita “esquina”.
A continuación algunos términos útiles pero desde el punto de vista de un minibusero:

Esquina: Lugar donde hay que parar sí o sí cuando algún pasajero así lo pide o el voceador lo anuncia.

Pasajero: Dícese de aquel individuo que al subir al vehículo acepta tácitamente la estrechez, la música, los gritos y la velocidad que el chofer estime convenientes.

Tácitamente: Calladito, sino mejor que se baje y que se vaya en rrradio taxi no ve?

Cebra: Especie de payaso con traje a rrrayas, ubicado por lo general en el centro de la ciudad de Chuquiago Marka, que tiene como especialidad el no dejar al minibús y a los otros vehículos pasarse de largo el semáforo en rojo, perjudicando el libre tránsito de los mismos.

Agente de Tránsito: Hombre/mujer vestido de verde olivo que cuando está de buen humor deja pasar cualquier falta por solamente cinco o diez lucas. Si está de malas puede hasta extender boleta, quitar “so brevete” (léase licencia de conducir) y llevar al conductor al Tránsito.

Semáforo: Especie de cajitas con los colores de la bandera boliviana que no solamente se cuelgan en fiestas Patrias sino todo el año. Esta cajita tiene algunas reglas que hay que conocer:
  • Rojo: para que pasen las cebras odiosas, viejitas y algún gil hecho el buen ciudadano.
  • Amarillo: signo de que hay que acelerar al máximo antes que cambie a rojo y pueda uno atropellar a los antes mencionados.
  • Verde: siga usted joven, no hay peligro de atropellar a cebras, viejitas y giles. Si se atropella a algún macho y/o apurado transeúnte cuando está en verde no es culpa del chofer del minibús.
Cualquier consulta y/u observación por favor en los comentarios.

martes, septiembre 02, 2008

BLOGUIVIANOS 2008


Los afanes terminaron. Ya fue, ya cumplimos. Como parte (la menos comprometida) del equipo organizador, tal vez no puedo dar una mirada muy objetiva al evento, pero creo que mucho de lo que quiero decir se refleja en el post de Hugo. Claro que le faltó decir que sin su experiencia, sin su "geekismo", sus ganas y todo el tiempo que le dedicó a la cosa, no lo hubiéramos logrado.

Lo que me queda: un GRACIAS así, enorme a todas las personas e instituciones que nos apoyaron, que nos hicieron ver que el trabajo hormiga hecho con ganas, con compromiso y con fe, también da resultado.
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