lunes, febrero 26, 2007

LO QUE DICEN LOS AUTOMOVILES

En Bolivia, especialmente en el lado occidental del país, tenemos ciertas costumbres bastante interesantes respecto a los automóviles. Los tratamos como personas.

Mi papá, que vive en La Paz, me contaba que la última vez que se aruinó su auto, fue al mecánico y le comentó en voz alta "este auto de m...da es un desastre si esta vez más no funciona lo voy a vender" - y el mecánico, apodado el Diablo le había dicho: "no hable así pues Don Oscar, el autito se va a resentir y después no quiere funcionar". Un paréntesis: el sobrenombre del mecánico es Diablo porque tiene todos los dientes de adelante forrados en oro y no es precisamente un adonis.

Otra prueba de que tratamos a los automóviles como personas: cuando compramos un auto nos tomamos un fin de semana para llevarlo a bendecir.

Mi esposo y yo tuvimos nuestro primer auto mientras vivíamos en Santa Cruz, así que fieles a la costumbre lo llevamos donde la Virgencita de Cotoca a que el cura bendiga el motor y el auto quede “bautizado” y así no nos de muchos disgustos (jeje qué creencias no?).

En cuanto llegamos a Cotoca nos indicaron donde era la cola para la bendición. Compramos nuestra “ficha” pagando 10 lucas y nos pusimos a la fila entre dos micros adornados con colores superchillones y tapetes con las figuras de la virgen de Cotoca y la de Urkupiña. Evadimos a un montón de niños que nos querían encachufar rosones de papel, tapetes de un color guindo sangre con letras doradas y un sinfín de cosas. Compramos un rosario y en cuanto nos tocó la bendición mi marido abrió el capó para que el agua bendita llegue al motor, así que se acercó un cura viejito que tenía un baldecito tipo champañera y con un pequeño ramo de flores le echó agua bendita del baldecito al motor, a los cuatro “propietarios” haciendo énfasis en el chofer, y a los asientos del auto. Un camarógrafo se apareció de la nada, nos tomó una fotito y listo, nuestra conciencia ya podía estar tranquila: cualquier k’encherío (mala suerte) iba a desaparecer del autito porque ya estaba bendecido.

Otra costumbre es poner inscripciones en la parte de atrás de los autos. Esta costumbre, en la parte occidental del país generalmente la tienen los dueños de los micros, los taxis y los minibuses. Aquí en Santa Cruz es común ver hermosas vagonetas con las siguientes inscripciones:
“100% camba”
“Este es mi país” y el dibujo del mapa de Bolivia sin La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, (media luna) es decir sin la parte occidental del país. Este personalmente me parece un poco odioso.
O lo más común: el nombre de la comparsa a la que pertenecen. Para los que no saben que es una comparsa: es una agrupación de amigos que celebran juntos el Carnaval, o la Fiesta Grande de los Cruceños. Estas comparsas tienen nombres interesantes: “Pichiroses” que fue la comparsa coronadora de este año, o sea la que eligió a la reina del Carnaval de Santa Cruz “Creidazos”, “Flojonazos”, “Mamarrachos”y bueno, la lista es infinita.

Las inscripciones que me deleitan son las que generalmente uno encuentra en los micros y taxis porque son a cuál más ocurrentes:

“Que Dios te de el doble de lo que me deseas”
“Si la envidia doliera, tú andarías gritando”
“No tengo ni un peso, pero todas dicen que soy rico”
“Sonríe, tu mujer me ama”
“Terror de la suegra”
“A mí no me nadie” (Esa me hace recuerdo al
Jotita)

En la ciudad de los anillos se acostumbra poner la siguiente inscripción en la parte trasera de los autos, especialmente en los que realizan algún tipo de servicio al público: “...Si manejo mal llame al 3448866” o cualquier teléfono. Hace algún tiempo ya se popularizó, especialmente en los taxis: “Si manejo mal… fuck you” y el dibujito de un niño con la cara de malcriado mostrando el trasero o haciendo pis.

Hoy vi una inscripción que me pareció un chiste, esto por el auto en el que venía escrita: uno color plomo bien remachado y viejito que tenía en el vidrio de atrás escrito “Soy oligarca, y qué”.
Este tipo de costumbres, la de tratar a los autos como si fueran personas, no es muy lógica que digamos pero viene incorporada en el chip de memoria de muchas de las personas que vivimos en esta ciudad macondiana y a veces se posiciona sin querer queriendo en nuestras vidas, aunque vivamos lejos de nuestras montañas.

miércoles, febrero 21, 2007

MI VIDA SIN MÍ

La otra noche, haciendo zapping tuve la suerte de ver una película genial: “My life without me”, dirigida por la catalana Isabel Coixet, y producida por “El Deseo”, la productora de los hermanos Almodóvar.

La protagonista es Ann (Sara Polley), una chica de 23 años que vive en una casa rodante junto a su esposo y sus dos hijas de 4 y 6 años. Su vida es bastante simple, pues se casó con el primer hombre que besó cuando tenía 17 años, tuvo a sus hijas muy joven, tiene un trabajo de limpieza durante la noche y ninguna otra aspiración más que seguir viviendo.

Un día Ann recibe una noticia desgarradora: tiene cáncer y solo dos meses de vida.

En ese momento, en vez de derrumbarse, toma una decisión increíble: mantiene su enfermedad y su próxima muerte en secreto para ahorrarles a sus seres queridos el sufrimiento de verla morir en un hospital. Entonces decide vivir lo que no había vivido hasta ese momento y hace una lista (“things to do befote I die") para que cuando ella muera, la vida siga transcurriendo menos dolorosamente para todos los que ama, por supuesto sin ella.


Su lista incluye desde visitar a su padre en la cárcel (no lo veía desde hace diez años), encontrar una nueva esposa para su marido, decirles a sus hijas que las ama muchísimas veces al día, grabar una serie de cintas con mensajes para sus hijas hasta que ellas cumplan 18 años, hasta cosas tan superficiales como fumar y beber tanto como pueda y quiera (escoge un día “X” para eso, no es que la pasa ebria toda la peli), o hacerse una manicura. Toma también una decisión trascendental: abrirse a sensaciones no exploradas hasta ese momento, sensaciones que quedan en su lista como: (1) Dormir con otro hombre que no sea su esposo para ver cómo se siente (2) Hacer que alguien se enamore de ella.

Es una película hermosa, que te llena el alma sin necesidad de ser un melodrama. Yo no sé mucho de cine, pero me encantó la sencillez de los personajes, los diálogos no muy elaborados, la forma en que la mayor parte de la película transcurre de noche y en un eterno invierno. Estos detalles me transmitieron un sentimiento de soledad pero a la vez de más intimidad, lo cual complementaba al argumento de una forma perfecta. La música no podía ser mejor, pues alguna de las escenas más conmovedoras transcurren al ritmo de una canción en italiano (Senza fine) que es de esas que parecen hechas para la eternidad y que te transportan a un tiempo sin tiempo suspendido de un pedacito de nube.

Y bueno, este tipo de películas te dejan pensando en mil cosas. A mí me dejó pensando en que las personas somos una suma de muchos “YOS”, muchos caminos distintos que podemos recorrer. Generalmente nos dejamos arrastrar por un camino determinado que muchas veces no hemos escogido, sino que se nos ha abierto por un conjunto de distintas circunstancias, por lo que vivimos un YO en el que tenemos que postergar muchos sueños para no herir a los que queremos. Lo interesante es que hay momentos en la vida en los cuales podemos tomar decisiones trascendentales: seguir dejándonos arrastrar por la corriente o cambiar totalmente de rumbo, nacer de nuevo, despertar como si la vida anterior hubiera sido un sueño (en la película se menciona este cambio con esas palabras)... entonces se asume un YO en el que nos sentimos más realizados, más cómodos. Si bien la vida nos brinda esa oportunidad cada día, a veces necesitamos una razón más poderosa que la vida misma para poder encontrarnos a nosotros mismos: la muerte y su cercanía.

viernes, febrero 16, 2007

MEME OCUPACIONAL

Hoy amaneció lloviendo, así que la ciudad es un río y los baches se van transformando en cráteres.

Y bueno, gracias a la invitación de Natalia a continuación sigo el meme en el que me incluyó y hago una lista de las cosas que utilizo para trabajar:

1. Mi compu: en la oficina tengo una marca chancho, pantalla plana de 15", negra con plomito. Qué capacidad tiene? no sé, me da flojera averiguar ahorita.

2. Un escáner Cannon.

3. Una impresora láser HP.

4. Un aparato de fax Panasonic.

4. Muuuuuchos papeles.

5. Una radiecito Philips para escuchar música y para varios desafíos laborales: no los que piensan, sino que el primero que llega a la oficina pone la música que quiere. A veces me tengo que conformar escuchando las rancheras del contador, aunque claro, hay límites: yo no pongo Cafe Tacuba por ejemplo por que al pobre le da soponcio, y él no pone Galy Galeano porque yo me pongo violenta y me da ganas de darle con la engrapadora en la cabeza.

6. Aunque está incluido dentro de la compu: el INTERNET ADSL que es lo máximo.

No tengo una cámara en la oficina, así que tendrán que imaginarse mi escritorio y todas las cosas que acabo de describir (menos la radio ni el fax) sobre mi mesa que es ploma ratón con plomo medio azulado: la compu, el escaner, la impresora, un río de papeles, el teléfono, bolígrafos, lápices, clips, calculadora, etc., todo un despelote. Las sillas y sillones son azul marino y las paredes blancas, todo tan parco... pero lo lindo es que como es en planta baja y con vista a la calle tengo al segundo anillo y todo lo verde del colegio La Salle, árboles, plantitas y flores todo el año.

Paso este meme a todo aquel que quiera seguirlo.

martes, febrero 13, 2007

CRÓNICA DE UN PRIMER DÍA DE CLASES (DESDE LA ÓPTICA DE UNA MAMÁ)

La semana previa: dar una revisada general a todo: desde los calzoncillos, medias, poleras, shorts, pantalones, etc., hasta las mochilas, estuches, lápices, y cuadernos.

Una vez aprovisionada de TODO lo necesario, acudiendo a las librerías más surtidas, al siete calles, al Mutualista, a algunas tiendas del centro y por supuesto al colegio en cuestión (esta vez no fue necesario ir a Los Pozos ni a la Feria por suerte), para que a mis retoños no les falte nada, llegó el fin de semana antes del primer día. Se suele proceder entonces a la revisión de uñas, corte de pelo y dientes, a forrar algunos cuadernos y lo más difícil: hacer que mis enanos alisten sus cosas, generalmente a carajazos porque los muy panchos piensan que las cosas se hacen solas y que su madre labura para ellos a contrato y que no tiene mejores cosas que hacer que hincharles las pelotas.

El Domingo en la noche algo esencial: archivar el Play Station con el que mis hijos se han dedicado a opear absolutamente toda la vacación. No sirven las súplicas, promesas ni ningún tipo de chantaje psicológico, el Play se archiva y punto.

Llegó el Lunes. Como mis retoños van en la tarde, siempre es necesario dejar claras las instrucciones: esperarme bañados (con shampoo!), con la mochila y la ropa lista. Llegué, almorzamos y después: a lavarles los dientes, pues generalmente en las vacaciones no lo han hecho a conciencia y están medio amarillos, tanto como para ponerles una corbata café y así combinar mejor. Como siempre hacía falta una lavada como Dios manda, sonar narices, encremarlos con protector solar, especialmente al hijito más oscuro que es el que más anda en el sol jugando fútbol, peinarlos aunque generalmente se peinan solos pero esta es una ocasión especial, darles sus “quintos”, o sea monedas para su recreo, alistar la cámara de fotos, medioalistarse, y con la cara de orto (la mía, obvio) volar al colegio en quinta y por el camino más corto para llegar medio temprano.

Un paréntesis en la parte de los peinados: este año mis hijos están hechos los rockeros, así que el Rodri se ha hecho crecer el pelo y tiene un corte moderno estilo sopapo, digo estilo sopapo porque no se necesita mucho peine para ese estilo. Como le contaba a mi hermano hace un rato, da ganas de peinarle como al chómpiras; primero pasarle el peine sobre el cabello húmedo y luego plaf! Un buen sopapo que le haga dar tres vueltas y tarán… ya está bien peinado y bien “moderno”. Mi negrito en cambio, como tiene el cabello como el mío (pobre) ni idea de modernizarse, menos con este calor, porque su pelo es tupido (una vez le dije eso: tu pelo es tupido y se puso a llorar; “me has dicho estúpido” lo peor es que a mí y al Rodri nos dio ataque de risa), bueno como les decía, como su pelo es tan tupido, se ha hecho veinte peinados distintos (según él) y hasta le dolía el cuero cabelludo, pero al final se fue con el mismo peinado de siempre.

Bueno, llegamos al colegio, y fuimos a buscar sus cursos. Lo peor es que esta madre desconsiderada se dedicó a charlar con sus amigas (las otras madres) y les sacó solo dos fotos a sus hijos (mi marido me va a ahorcar).

Empezó la hora cívica en medio de un calor supersofocante como todos los años. Mi Rodri es el cuarto de la fila, en 4to “A”, así que era nomás fácil distinguirlo. Mi Sebastián está justo al medio en la fila del 2do “A”, así que era difícil verlo, pero desde donde estaba podía distinguir claramente su frente morenita y su pelo negro y tupido. Luego de los himnos y las recomendaciones de rigor del Hermano José Antonio (Director del Colegio) y luego de despedirse de todas las otras madres, volé a la ofi.

En la noche nuevas reglas: cero tele, me esperan bien cenados, cambiados y con la tarea a medio hacer y aunque tengamos que mirarnos las caras, ninguno de los tres miramos la tele hasta que sea hora de dormir. Anoche cumplimos la regla. Ojalá hoy podamos, pues no solo son ellos los telemaníacos, yo también, entonces va a ser es como quitarse un vicio.

Ya solo me faltan algunos materiales y libros y todo listo para comenzar otro año con mis conejos hermosos, viviendo de nuevo lo que es estar en 4to y 2do de primaria: las tareas, los amigos, los sueños, los juegos, los festejos, los “problemas”, en fin, se la pasa bien con estos chicos. Aunque a veces piensen que soy una bruja, no me importa, lo que aprendan estos años en cuanto a responsabilidad, disciplina, acostumbrarse a hacer sus cosas bien hechas, etc., (lo poco que pueda enseñarles) se les va a quedar para toda la vida. Total, ser madre es una tarea de ensayo/error: una hace lo mejor posible, y solo ve los resultados cuando los hijos son mayores, y si son felices y viven a plenitud firmes a sus principios como hombres de bien, se ha hecho un buen trabajo, si no, pues…ni modo, se ha dado lo mejor.

martes, febrero 06, 2007

LA TRIBUNA DEL COMPADRE

Carlos Palenque Avilés era músico, comunicador social, presentador de televisión, empresario y luego político. Un hombre que fue emergiendo de la nada y que se hizo popular por la conducción de un programa de radio (y luego de televisión) llamado La Tribuna Libre del Pueblo.

En este programa, Palenque, que era el conductor principal, estaba acompañado por su esposa, Mónica Medina y dos imprescindibles: Adolfo Paco y Remedios Loza. Juntos atendían a una interminable fila de personas del pueblo de origen humilde que encontraban en el programa una forma de hacer escuchar su voz.

A los conductores los llamaban "Compadres". Uno no se hace compadre de cualquiera, tiene que ser muy especial para recibir esta denominación y Palenque era el compadre del pueblo humilde.

La Tribuna Libre era de difusión masiva, así que si alguien llegaba del campo por ejemplo, y se extraviaba, lo mandaban allá para que sus familiares lo encuentren, las esposas golpeadas eran ayudadas por el “brazo social de la Tribuna”, las madres que extraviaban a sus hijos tenían gran chance de encontrarlos ahí pues si alguien encontraba a un niño perdido lo llevaba a RTP antes que llevarlo a la policía, había quienes denunciaban abusos legales, etc., la lista es infinita, así como las anécdotas tristes y cómicas de las que a diario éramos partícipes directos los habitantes y estantes de Chuquiago Marka.

En un principio el programa se emitía solamente por la Radio Metropolitana donde la característica era una voz grave así como de ultratumba que pronunciando una “rr” bien “rr” decía “Metropolitana, la rrradio del pueblo”.

A mediados de los ’80 el programa también se empezó a transmitir por televisión, cuando el Compadre Palenque inauguró Radio Televisión Popular (R.T.P.)

Un día X de los miles de días de emisión de la Tribuna, llegó una señora a quejarse de que su marido la había golpeado salvajemente. La cosa era siempre así:

Señora – Buens tardes compadre, bens tardes comadre, comadre Remedios (saludando dando la mano a todos, con mucha educación).

CP – (Con la voz grave que lo caracterizaba y vocalizando perfectamente) Buenas tardes Comadre, que la trae por aquí

Señora – Uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (empieza el llanto instantáneo) snif mi marhidho me ha pehgado

CP- Pero porqué pues comadrita, que ha pasado

Señora – a patadas, puñetes miagarrado (y en ese momento empieza a mostrar los hematomas en la cara y saca de su aguayo alguna ropa) – akstá mi blusa llena de sjangre, grave me ha lastimado siempre (se saca el sombrero y muestra la herida de su cabeza)

CP- Ya comadre, cálmese, pero dígame comadre qué ha ocasionado que el compadre se enoje así…

Señora – Ay no sé Compadre, borracho estaba, per ley dicho, me voy a quejar ande el Comphatre

CP- Y qué le ha dicho su marido

Señora - Mia dicho: ¡me cago en el compadre, que se vaya a la mierda!

En este programa también había una serie de campañas de gran impacto social, como la Campaña de lentes, donde la gente de escasos recursos podía acceder a un par de lentes gratis o con grandes descuentos. La cosa es que como a caballo regalado no se le miran los dientes, gran parte de las monturas eran realmente feas, más feas que axila con caspa, pero gratis al fin y al cabo.

En una ocasión el compadre entregaba un par de lentes a un viejito muy humilde y le dice:

CP- Ahora cómo ve compadre?

Viejito – Uuu aura bien puesh compadre

CP- A ver mire esta hoja compadre y compruebe si hay alguna diferencia

Viejito – a ver… aishtá puesh compadre, lindo puesh compadre, muchas grashias, ojalá ps shupiera leer compadre.

Así como había denuncias de todo calibre, había en consecuencia, los desmentidos de rigor. En una ocasión, un grupo de jóvenes había sido acusado de pandilleros, de que se reunían en una esquina, amedrentaban a los transeútes, pintaban las paredes y no sé qué cosas más. Al día siguiente fue el grupo de jóvenes a desmentir la denuncia…

J- Si pues compadre, hemos venido a desmentir la vil calumnia que ayer una señora ha dicho que nosotros somos maleantes, que robamos, mentira es compadre

CP- Pero ayer decían que ustedes se reúnen en la esquina de la calle 15 y que toman que todo el día están allí molestando a los transeúntes, como es eso jóvenes, qué pueden decir a su favor.

J- Que mentira es compadre, no estamos todo el día, la mayoría de nosotros trabaja y en la noche nos reunimos a charlar, así nomás Compadre nosotros no tomamos ni hacemos escándalos, mentira es eso compadre.

CP- Dicen que ustedes están organizados y que pintan paredes

J- Sí estamos organizados pero no pintamos nada. Somos los NI FU NI FA compadre, la mayoría de nosotros somos jóvenes trabajadores que vivimos por la calle 15.

CP- NI FU NI FA? Tiene algún significado ese nombre? Son las iniciales de los integrantes?

J- No compadre, es NI FU NI FA porque “ni fumamos ni farreamos” sanos somos compadre…

Claro que no todo era color rosa, el compadre también abusaba del micrófono y vertía odios e intrigas de todo tipo, y siempre encontraba algún enemigo de turno contra quien profería todo tipo de calumnias poniendo a todo el populacho en contra del desfavorecido. Ningún angelito.

Y bueno, si sigo con las anécdotas el post no termina nunca, así que lejos de hacer un análisis del impacto social, cultural y al final político que ha significado este programa, es interesante considerarlo como un fenómeno que ha marcado un antes y un después en la forma de hacer comunicación en Bolivia, además de formar parte de los recuerdos y anécdotas de cualquier paceño ochentero que se precie de serlo.

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