jueves, febrero 26, 2009

EXPLICACIONES

Esta mañana cuando llevaba a mis hijos al colegio, el Sebas me contó que uno de sus dibujos de los conejos legendarios se suicidó. Tratando de explicarle que esto del suicidio no es algo de lo más "normal", pues los seres vivos tendemos más bien a conservar nuestra vida cueste lo que cueste, me acordé de algunas de las explicaciones confusas de mi papá.

Escena 1 (Esta me la contó mi hermano)

La peti (mi mamá), el negrito (mi papá), la Liz (mi hermana), el Rogerín (mi cuñado), mi hermano Oskar y mi sobrina Natalia almorzando un Sábado al medio día. En medio almuerzo la Nata - que nunca termina su comida - lanza una pregunta así de la nada con sus ojos color miel y sus dientes k'asa ventanas (chimuelos):

N - ¿Qué es suicidio?
silencio total, la Liz mira al Rogerín, la Peti y el Oskar a mi papá (el negrito) hasta que él toma la palabra...
P- A ver... (mirando a todos) hay que explicarles pues esas cosas a los niños...
Y mirando a la Nata le dice:
P - Natalita: suicidio es cuando una persona decide autoelimiarse.
y siguió tomando su sopa en silencio.

Mi pobre sobrina se quedó con una carita de "???" (más o menos como la del dibujo)

Escena 2

Hace a...ños, mi hermana y yo (que tendríamos algo así como 6 y 8) estábamos jugando en un parque donde columpiaba una niña bastante extraña, pues tenía la cabecita enorme y los deditos de las manos como pegados y deformes.

V - ¿Papi, porqué esa niña es así?
P - Es que hijita, bla bla bla, bla bla bla (esa parte no me acuerdo) y es una falla de la naturaleza.
V - ajá (o sea no entendí un sorete)

Cada vez que veíamos a esa niñita en el parque, mi hermana y yo teníamos la seguridad de que era "la" falla de la naturaleza.

Muchas veces cuando los hijos hacen preguntas que nos agarran en curva, tendemos a dar explicaciones tan confusas que en vez de aclararles la figura los dejamos en la más profunda oscuridad.

martes, febrero 17, 2009

PALABRAS DEL SUB DESARROLLO

la foto es de http://www.rosajc.com


CORRUPCIÓN, deserción escolar, enfermedades endémicas, improvisado, tercer mundo, atraso, revolución, POBREZA, viveza criolla, negociado, trabajo infantil, CRISIS, políticos, desprotegido, abandono, sub desarrollo, así nomás, FIESTA, racismo, desempleo, insalubre, MUERTE, reivindicaciones sociales, HUELGA, informal, niños de la calle, protesta, exclusión social, peligroso, marcha, sub empleo, paro, robo, elecciones, postergado, folklórico, CARNAVAL, abismo, desnutrición, INJUSTICIA, carencia de servicios básicos, falta de presupuesto, migrante, malgastado, aislado, desoren, falta de incentivo económico, BLOQUEO, suciedad, caos, FUTURO...

Aporte de Juan de Sarco:
imperialismo, neoliberal, enclaustramiento, logias, explotación, gobierno hambreador, propaganda, auto-alabanzas, privilegios, derrotados...

Aporte de Natalia: impotencia, frustración

Aporte de Erick: Desigualdad, desintegración, muñeca, coima...

Aporte de Camila: ReBolución

Aporte de Gilda: intolerancia, hipocresía, demagogia.

Aporte de Azael: maleantes, choros, rosca.

domingo, febrero 15, 2009

EL CASTILLO

el dibujo es de © emmanuel jorge garcía. 1988-2007.

El castillo parecía hecho de azúcar, pero tenía un sabor agridulce. Lo supo cuando se acercó a lamer las paredes y tenían ese sabor, medio amargo, medio dulce. En el castillo vivían unas extrañas criaturas de cera, si ella se les acercaba mucho comenzaban a derretirse y quemaban. El Rey de corazones estaba lejos, librando batallas anónimas; pero se sentía su infinita bondad dentro del palacio. La reina la llevó de la mano por unas escaleras infinitas y le dio una llave, la llave hacia un mundo nuevo. Al abrirla pudo ver el mar, la arena, el sol...

Despertó gracias a un fuerte, molestoso y constante ruido. En cuanto abrió los ojos se dio cuenta de que ya no estaba en el castillo. Miró el techo con un foco desnudo y las vetustas paredes que algun día seguramente fueron de un color celeste. Suspiró, se sentó en la cama y fue entonces que la vio: era la mujer ogro. Ella era su realidad: sus ronquidos, su vida en esa fría cueva donde casi no entraba la luz, donde era muy difícil soñar, sobretodo soñar que podía ser diferente a la mujer ogro - su madre - soñar que podía vivir en un castillo de azúcar y no en una cueva.

El castillo, los seres de cera, el Rey de Corazones, la Reina, el mar, la arena y el sol fueron desapareciendo con cada respiro pero se fueron alojando en un pedacito de su corazón, justo al lado de donde vive la esperanza.

jueves, febrero 12, 2009

UNA VEZ AL AÑO.

Solamente una vez al año se siente ese olor delicioso a papel y tinta de los libros nuevos, el olor a madera de los colores, la perfeccion sin “orejas” de los cuadernos sin usar. Una vez al año se tiene que forrar todos esos cuadernos sin orejas y libros con aroma delicioso, así que es mejor:

1. Armarse con todos los materiales.

Papeles de colores, cinta diurex para pegar, un plástico no muy ordinchi (sino no dura más que medio año), etiquetas, tijeras, marcador micropunta negro o azul y sobretodo una paciencia de santo y una concentración total para no confundir nombres y cursos de los niños en los cuadernos y libros.

En mis épocas antediluvianas, las mamás forraban todos los cuadernos con papel madera y pare de contar. Ahora se les ocurrió que cada materia se forra de un color distinto: Lenguaje-amarillo, Matemáticas-azul, Ciencias de la Vida-verde, Inglés- fucsia, Moral-morado (creo que era de cualquier color, pero a ver convenzan al chinchoso del Sebas: imposible), Música-anaranjado…eso sin contar con que muchas de estas materias tienen carpeta, archivador, libro, libro de prácticas, así que el kilombo se multiplica por cuatro.

2. La buena música.

Es imprescindible para acompañar el forrado, sino es una tortura silenciosa.

El miércoles anterior teníamos sintonizado el programa “La inaudita” de Adriana Aramayo , en la 103.3, donde pasan música experimental interesante, pero como que no es un tipo de música que uno escucha todos los días. El programa del miércoles anterior era sobre música minimista (o minimalista). Como mi hermoso aparato de radio tiene averiado hace casi un año el CD player, y al Rodri le dio una soberana flojera cambiar de radio empezamos a escuchar el programa y a imaginarnos historias según la música. La primera canción (que duraba como 16 minutos) terminó como la historia de una niña sorda con un vestido rosado en un columpio. La niña iba mirando el paisaje sin escuchar el vibrador de su celular que era insoportable, pues alguien la llamaba para advertirle sobre algún peligro. Pasaba el tiempo, la niña columpiaba y el celular vibra que te vibra, hasta que al final llega la fatalidad: un payaso asesino deja caer el celular y rapta a la niña. En la segunda canción nos imaginamos a un murciélago que intentaba entrar a un castillo y pasa mil peripecias hasta entrar a la cúpula y encontrar a sus hermanos murcielaguitos y en la tercera canción nos imaginamos una rana con hipo sentada accidentalmente sobre las teclas de un piano. Nos divertimos muchísimo, tanto que cuando ya era hora de que los chicos duerman me preguntaron si no habría algún CD con este tipo de música para seguir inventando historias raras.

Con los chicos siempre se la pasa bomba, pero por suerte la forrada de cuadernos es solo una vez al año.

lunes, febrero 09, 2009

UN POST ANTIGÜITO

Un post antiguo que me trae mucha nostalgia.

RUTINA DE LOS SÁBADOS

Para los que no conocen la “modalidad de compras” en los mercados de abasto de Santa Cruz como en el Mercado Mutualista: una hace sus compras, y cuando tiene varias bolsas contrata a un carretillero, que debidamente uniformado con el ponchillo, en este caso verde, con el número correspondiente asignado por su sindicato, transporta las bolsas en un a carretilla de puesto en puesto según una vaya comprando hasta que termine las compras y suban las bolsas al auto o a un taxi. Bien interesante. Es como ir con un carrito de supermercado parlante.

Yo ya tengo mis conocidos. Don Choco, que es un señor medio rubio con bigotes, bajito y pecoso; el Chino, esposo de la Eva (la de las verduras), un cochala fornido con ojos rasgados, peinado raya al medio, cabello crespo y poco conversador, y a veces el Roland, que debe tener como unos 20 a 23 años, bien morenito y que cuando me ve viene desde lejos a toda velocidad con su carretilla celeste.

La Eva es menudita, de ojos grandes, morenita y bien trabajadora. Ha empezado con un puesto chiquito, pero con esfuerzo y tesón ahora tiene un puesto grande de todo tipo de verduras y hasta tiene una ayudante, la Fátima. Sus dos hijas son casi de la edad de los míos, la Jackelin de 9 y la Joselin de 5. La Joselin es igualita a su papá (el Chino) de ojos bien rasgados, cara redonda de luna llena, morenita y de pelo medio crespo. cuando va al puesto se dedica a jugar con un grupo de niñas de la misma edad. La Joselin es totalmente diferente. Aunque también tiene los ojos de su papá es super responsable. Me admira como se pone su delantal, su pañoleta y la ayuda a su mamá, sabe todos los precios, y se esfuerza por poner las zanahorias ordenaditas una encima de la otra hasta tenerlas tan bien parapetadas que da pena desordenarlas.

La de la fruta es doña Wilma con su esposo que nunca sé cómo se llama, pero que pesa las uvas en la balanza como si estuviera pesando oro. Ella ya conoce de memoria lo que siempre llevo, así que a veces, mientras compro la verdura, le mando con Don Choco la lista y ella me tiene todo preparado y yo ni reviso. Nunca me ha dado nada feo, solo una vez, hace algunos años que en mi lista decía: “12 plátanos no maduros”. Como en Santa Cruz plátano es los que conocemos en La Paz como los plátanos de freir o “postres”, me dio 12 de esos “otros” plátanos. Cuando al sábado siguiente le digo: Doña Wilma se habiá equivocado, ella me dijo que la equivocada era yo, porque en la lista tenía que haber especificado que eran 12 “gualeles pintoncitos”. Grave eso del idioma.

Es entretenida esta parte de la rutina de los sábados, porque ningún Sábado es igual a otro. A veces hay fiesta de las carniceras o del Sector II, Prestes por algún santito con entrada folclórica incluida (un sábado el Roland ha corrido como siempre con su carretilla celeste pero con traje de caporal, un chiste todos lo miraban por los escandalosos cascabeles de las botas en tanto calor). Lo lindo es que en esas fiestas se escuchan taquiraris, seguidos de cuecas, chovenas y tinkus, toda una mezcla.

A veces llevo a los chicos, y me encanta que mientras la Eva ponga las verduras en la bolsa negra, cuando ya está todo debidamente pesado y embolsado, ellos vayan calculando la cuenta: papa 6, zapallo 2 = 8, el tomate 5= 13, cebolla 4 = 17… y así sucesivamente. Si le achuntan bien la Eva les regala un ramito de apio o una lechuga, y ellos chochos, más que por el regalo por haber demostrado su “rapidez” para las sumas. (Así practican cálculo mental los muy flojos porque en la casa no me hacen caso). Alguna vez los mando a un puesto cercano a comprar algo y ellos tienen que saber pedir lo que quieren, preguntar cuanto cuesta, pagar y traer cambio. Es buen ejercicio, y se sienten lo máximo por haberme ayudado en el mercado.

Lo que más me gusta del mercado:

- El olor de las verduras y las frutas, especialmente del cilantro, la albahaca, la naranja, el mango, el “gualele pintoncito”.

- Ver como ese lugar parece un hormiguero, donde todos están haciendo algo, desde grandes hasta los niños ayudando a sus padres.

- Como trabajan juntos gente de todos lados, en un esfuerzo común de hacer del Abasto II o Mutualista el mejor mercado de la ciudad.

Lo que no me gusta:

- Cuando no tengo tiempo de ir.

lunes, febrero 02, 2009

SINCERIDAD


Después de "empitucarme" por casi media hora para una cena, con la cara impecable y el pelo perfectamente peinado, me cruzo con el Rodri (mi hijo de 11 años) en el momento en que me estaba poniendo perfume (el último toque) y le digo mirándome todavía en el espejo:

V - Cómo se siente tener una mamá tan guapa

El Rodri, con su pinta de siempre - como si acabara de aterrizar de la luna - me mira y me dice encogiendo los hombros:

R - Ni idea!
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