Hay personas que te alegran la vida. Y no digo familiares, hijos, amigos íntimos, no. Digo personas de las que no esperas nada pero que ahí están, como leyendo tu mente cuando las necesitas.
Es el caso de la Filo. La Filomena Condori es cuñada de la Wilma y la reemplazaba cuando la Wilma – que era mi mano derecha en Santa Cruz - se iba de vacaciones a Oruro o cuando estuvo con baja antes de tener al Marquiño, su primer bebé.
La Filo es una mujerona morena de ojos color miel, de brazos y piernas que parecen dos columnas de concreto capaces de resistir hasta un huracán sin moverse y dientes blancos como granos de choclo recién recolectado. Siempre está de buen humor y es cariñosa y voluntariosa. Ni como no quererla.
Cuando la Wilma dejó de trabajar conmigo, me ayudaba la Rufina, prima de la Filo que no sabía cocinar bien, así que entre dos inútiles para la cocina (la Rufi y yo) era un martirio la hora del almuerzo pues muchas veces había que llegar de la oficina y “terminar” de cocinar, un desastre.
La Filo, se aparecía en los días claves, como sabiendo que ese día estaba que me llevaba el diablo y lo menos que quería era cocinar. Llegaba a la casa y sorpresa! escuchaba nomás la voz aguda de la Filo: “Hola señora Vania, hey venido a cocinártelo”. Pucha que se me entraba el alma al cuerpo y se me arreglaba el día porque a parte de no tener que entrar a la cocina, comía las delicias que cocinaba la Filo que es una experta cocinera.
Personas como ella te hacen pensar que este mundo todavía vale la pena.
8 comentarios:
Ya es un hábito pasar por aquí, es como revisar el e-mail o revisar la cotización del dólar.
Es hora de llenarse de una cotidianidad que la plasmas de una manera atrapante y muy auténtica.
Concuerdo al 110 % contigo, esas personas son especiales, me hiciste recordar a mi Julia, quien trabaja en casa desde hace muucho tiempo, es parte de mi familia.
Tal parece que Filo es de esas personas que te transmiten buena vibra en todo momento, y hasta hacen pensar que ojalá tod@s tuvieran un poco de lo que ellos tienen para dar.
Abrazos Vania !
Ajajáaaaaaa!
Algún defecto tenías que tener querida Vania...
Menos mal que la Filo venía al rescate.
Yo cocino solo cuando tengo ganas (ah, si, eso también lo aprendí a hacer ya que a mi madre se le ocurrió que debía por lo menos tener nociones de ese arte)
En la casa de mis padres esta Doña Leo, cocina como los dioses!!! Desde algo tan sencillo como un sandwich hasta los manjares mas exquisitos de la comida italiana, mejicana, criolla , vegetarina y puffff sus postres mmmm!!!! Por eso, por lo menos 2 veces me autoinvito a almorzar a casa de mis padres.
Un beso grande querida Google!
Erick: Van abrazos de vuelta y se te agradece de corazón por la(s) visitas, es un gusto tenerte por estos lares.
Geval: Ja! defectos tengo miles, aunque no saber cocinar no creo que sea un defecto, sino simplemente una aptitud menos. Alguna vez me antojo cocinar y entro a la cocina, pero tiene que ser absolutamente VOLUNTARIA la cosa, pues al casarme no me acuerdo haber firmado un papel que diga que como requisito debía saber cocinar, coser, bordar y abrir las puertas para ir a jugar. Y lo mismo les digo a mis hijos: no tengo un cartel que dice "Snack 24 horas", así que como todos (gracias a Dios) tenemos manos, y no hemos sufrifo ninguna operación reciente, cada quien se prepara lo que quiere cuando tiene hambre fuera de los horarios de comida, empezando por mis enanos y terminando por mi querido Choli. Abrazos, Geval.
Choco lindo! de tanto tiempo! me habías abandonado feamente. Pero qué bueno que pases por esta cápsula, así que bienvenido y un abrazo enorme hasta la ciudad de los anillos.
Que maravillas que son estas mujeres... y cuanto se las desprecia a veces... a mi por ejemplo me crio una cholita de pollera que se llama Lucia Apaza y me crie en aguayo...
No cocinaba tan bien, pero nos adoraba...
Querido Santiago: estas mujeres, sobretodo las que trabajan poniendo todo su cariño en lo que hacen, son mil veces mejores que los Padrinos Mágicos, pues en un abrir y cerrar de ojos tienen la casa limpia, la ropa planchada y el almuerzo caliente, una maravilla.
Un abrazo.
de veras que dia no? pero como tu dices menos mal tienes a la Filo para ayudarte y menos mal que nosotros en casa tenemos a Anita que esta con nosotros desde hace 33 años osea somos nada sin ella, saludos
Publicar un comentario