Una vez al año los ciudadanos de Chuquiago y sus alrededores tenemos la oportunidad de convertir en realidad nuestros deseos de prosperidad. La fórmula utilizada desde antes de la época republicana es comprar miniaturas de lo que queremos que se haga realidad y pedir al Ekeko -Dios aymara de la abundancia, fecundidad y alegría- que nos de una manito para lograrlo.
La ciudad se torna más caótica que de costumbre antes del medio día de todos los 24 de Enero: florecen instantáneamente miles de puestos de venta de miniaturas en todos los puntos imaginables, se improvisan yatiris (imprescindibles para bendecir la compra), el aire adquiere olores a palo santo y otros sahumerios, los curas abren sus iglesias para bendecir las compras de los creyentes y todas las personas que viven en esta urbe, oficinistas, taxistas, amas de casa, comerciantes, abuelos, niños, jóvenes y hasta cebras forman una masa humana hambrienta de billetitos, víveres, autitos, casitas y hasta pasaportitos con visa americana incluida lanzándose a las calles antes del medio día para que se hagan realidad sus sueños de vivir mejor.
Dentro de un ratito me voy a escapar de la oficina hasta la Plaza Avaroa para comprar hartos billetitos y una mega canasta de víveres con doble porción de azúcar por si acaso. Ojalá encuentre una libreta escolar con buenas calificaciones para el que sabemos, una pelota de fútbol para que el otro enano vuelva a las canchas sin contratiempos y una novia para el Jimbo Aguirre que ya está en edad de merecer.
Por suerte, y desde que tengo memoria, a nadie se le ocurre hacer marchas o huelgas en Chuquiago el 24 de Enero ya que cualquiera puede hacer realidad su pliego de peticiones en el puesto de miniaturas más cercano.
Para los que no van a tener tiempo de comprarse billetitos o están en latitudes lejanas a Chuquiago, les dejo el link de la Bitácora Salinas Sanchez, donde hay billetitos de Alasitas para imprimir, además del video de Alasitas del indispensable Papirri. La bendición con yatiri ya corre por cuenta de ustedes.
9 comentarios:
Esto sí me hace extrañar la pacha. Yo pasé del certificado de Borracho al Título de licenciado (sino mi madre me desheredaba) al certificado de divorcio... y de ahí canchitas, siempre canchitas.
Un abrazo.
Para los del exterior (y los que quieran mandar al exterior), mucho cuidado con los billetes de alasitas, los pueden estar metiendo a la cana por falsificacion de dinero
ya nomás estaría en plena plaza Murillo comprando billetitos y peleando con la caserita para q me rebaje un quintito al bultito de comestibles y luego pidiéndole al tata cura de la catedral que bendiga nomás lo que le presente.
Un saludo desde Santa Cruz, donde alasitas es en Septiembre
Saludos capsulita
de los recuerdos de infancia lo q me gustaba era la suerte sin blanca, ganarte sendas alcancia de estuco que duraban una semana hasta que le hacias un "abujero" en la base para ri a comprar algo con la miseria que se ahorraba.
Aqui no hay alasita y ni siquiera tengo perro que me ladre snifff jajaja saludos y feliz alasita
Ufff recuerdo de la Alasita de La Paz, varios la mejor en la partecita que me perdi y estaba tomado de la mano de otra mama, ella pensaba que era su hijo y mi mami tomado de la mano de otro niño, me imprimire un par de billiquines y a ver si consigo un quintalito de azucar y algo de coca cola
Saludos capsula, siempre haces que recuerde algo de mis patoaventuras
Tincho: Las canchitas son definitivamente la mejor parte de las Alasas. Hace añísimos que no juego futbolín, así que voy a aprovechar para practicar este año con los enanos. Un abrazo hasta el viejo mundo.
Aabdev: Si los billetitos no son dólares en tamaño natural, pasan piola. Saludos!
Gus: Cierto, en el oriente las alasas son en Septiembre con líos de los artesanos con la alcaldía similares a los de Chuquiago todos los años, pero no es lo mismo aunque trata de ser igual. Hartos abrazos.
Luchín: De chiquita me encantaba la suerte sin blanca, pero cada burrera que te tocaba que al final terminé como todos los enanos de fan del sector de canchitas. Saludos de vuelta.
Oscarín: Yo también solía perderme en las Alasitas y al principio me desesperaba, pero ya de más crecidita sabía que tenía que quedarme paradita en el lugar donde me había dado cuenta de que mi mamá ya no estaba pues minutos más tarde (minutos que parecían horas) mi mamá volvía sobre sus pasos y siempre me encontraba. Un abrazo hasta Tiquipaya.
Como extraño las alasitass, si no fuera por el dengue, que esta azotando el Beni, me animaria a ir en estas epocas...
Saudos Capsulita
Yo lo que quiero es estar ahí en un año. DIJE. Saludos desde Tiquicia.
Cuchita: Todos los eneros y febreros de los últimos años, el Dengue está en el Oriente como en su casa, no? Ni modo. Ojalá algún rato puedas venirte hasta Chuquiago, donde los moscos mueren por el frío.
Cristi: Ven pues!!! hace añísimos que no vienes.
Un abrazote a las dos.
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