Mañana el Marquiño cumple un año. Es el clon de su papá, un señor vallegrandino de piel amarilla, pelo crespo con entradas a los lados, bajito y fuerte como un toro, pero el Marquiño tiene los ojitos como dos ojales: los ojitos aymaras de su mamá, la Wilma.
Ya tiene ocho dientes, sabe pararse pero no se anima a caminar por las innumerables veces que se ha sacado la mugre en el andador, que ha caído como sapo aplaudiendo el piso de cerámica, o que ha dado una "invertida" desde su cama/cuna hasta el piso, todo un experto en sacarse la quinta maña el enano. Además un travieso de primera, todo observa con sus ojos chinos, analiza, le da mil vueltas y luego muerde: lo sé por experiencia porque un día me ha mordido el pié mientras hacía mi siesta al medio día, claro que eso era cuando el chinito tenía solo cuatro dientes.
Hace unos meses se enfermó y no sabíamos que tenía. Lo peor es que, por un lado, la atención en los centros de salud públicos no es tan buena y por otro, que la Wilma tiene sus creencias. Ella estaba convencida que el Marquiño tenía Mocheó, un mal que les viene supuestamente cuando los bebés “huelen” el olor de los muertos o un olor fuertísimo. Lo llevó a dos médicos primero y nada. Luego a dos curanderos por El Torno, que le dieron unas hierbas que impregnaban toda la casa, todo un despelote y el Marquiño nada, no se curaba. Al final lo llevamos donde la pediatra de los chicos que le hizo un buen control y se sanó el enanito.
Dentro de unos días, se va con su mamá a ver a su abuelo que vive en un pueblito en Oruro cerca del Sajama: Santiago de Andamarca. Es un camino largo, pues el camión les deja en un lugar y tienen que ir a pie como una hora o dos. Ni modo, tienen que ir. El papá de la Wilma vive solo y ya está muy viejito. Todos los hermanos de la Wilma viven en otras ciudades, uno en Buenos Aires y otro en Brasil del que no saben si sigue vivo. La Filo, cuñada de la Wilma que ha ido hace unos días, le ha contado que su papá ya no puede controlar el ganado: las llamitas se escapan y el viejito ya no puede ir tras ellas. Ya me imagino al Marquiño gateando detrás de las llamas y las ovejas. Por ahí y cuando vuelva ya se anima a caminar.
Voy a extrañar sus ojitos aymaras que brillan como lucecitas. La próxima semana después de pasar Navidad con mi familia en La Paz vuelvo solita (los chicos y mi esposo se quedan en la ínclita) y ya ni la Wilma y el Marquiño me van a acompañar. En fin, el tiempo pasa rápido y ya todos van a volver y vamos a ser la misma tribu de siempre.
16 comentarios:
Pensé que el sobrenombre de Tribu sólo lo usabamos en mi familia... pero me alegra que sea un apelativo común!!! =)
Es interesante como vamos transformando nuestra familia no sólo en miembros de sangre sino también de convivencia... algo muy valorable!!!
Saludos, y espero nos podamos ver para tu cumple en la parrillada del 23!!! =)
Qué tierno!!! Me lo puedo imaginar. Me recordó al pequeño de la empleada de la casa de mi abuelo.
Saludos y espero que el tiempo pase pronto para que seas una sola con tu tribu.
Sus ojos aymaras de seguro se embelesarán en la contemplación de las llamitas...
Querida Ceci: Extraño mucho a mi tribu, pero ya van a volver todos y la casa va a estar llena de nuevo. Y ojalá haya parrillada, el Perrito me ha contado que está lloviendo que da miedo, así que si no se puede, ojalá nos reunamos en otro boliche para disfrutar sus ocurrencias y de la buena charla de todos.
Cristi: Gracias, yo también estoy contando los días para que todos vuelvan a la casa. Un abrazo.
Marco: Sí estoy segura que la belleza del altiplano y el aire puro se van a quedar en sus ojitos chinos y en su memoria.
Carito: Qué bueno que volviste! ya se te estaba extrañando por estos lares.
Felicidades al Marquiño por su cumpleaños. Que aproveche el momento que le toca vivir, y que se tome su tiempo para crecer, que los años se van y no vuelven.
Vistar este Blog siempre me recuerda que cuando miramos a una persona en la calle, a veces no pensamos en la historia que lleva sobre sus espadaldas. Cada persona es un universo.
Y bueno, por cierto ya vi que tenemos la misma plantilla, que cosas no... jajaja
Saludos y felices fiestas, que se vienen con todo.
Rafael.
Querida caspula.
Yo he pasado cerca de Santiago de Andamarca y el Sajma es algo impresionante, domina todo el altiplano durante horas y te hace sentir un enano, un insecto, un fìstula podrida en el universo, asi que esta bien que lo extrañes pero vele el lado positivo yyyy ¿por que no te quedas en LP pa año nuevo??
Creo que la familia, tribu, clan, o como se le quiera decir, la vamos construyendo a lo largo de la vida. No sólo está la familia nuclear, esa de sangre, sino aquella que elegimos, que son los amigos o como en tu caso, el Marquiño y sus papás. Eso decía Julio Cortázar, y siempre lo menciono. Estás bendecida por una linda familia, parece. Yo tengo la suerte de incluir más y más miembros a la mía. Esos amigos que me regala la vida, todos tan especiales.
Espero verte el sábado. ¿Cuándo es tu cumple?
RAFA: Un abrazo Navideño y sí, cada persona es un Universo.
PERRITO: No conozco todavía esos lares, pero lo que me cuenta la Wilma (la mamá del Marquiño) es hermoso, es otro mundo, estoy segura que el Marquiño va a disfrutar el campo. Ah, y para Año Nuevo vuelvo a la ínclita por si acaso.
CAMILA: Qué lindo tener tu visita. Nos vemos el sábado. El sábado es mi cumple: 25 años jajaja + 9.
hay... ja! ja!..
que bonito..!! es ese cariño más puro y más blanco que la navidad...
Saludos.!!!
Un abrazo navideño, Vania :)
Siempre pasando por aquí, siempre leyendote ;)
Que tierno lo que escribiste sobre los ojitos aymarás.
Seguro pasará el tiempo, marquiño se hará grande y vos y tu familia siempre lo recordarán como el niño que fue mientras vivió con ustedes.
Mi querida Vania, que tengas una linda navidad, que la paz de Nuestro Dios sea sobre todos ustedes y sobre la bella Bolivia. Que disfrutes con tu familia de estos lindos momentos y la felicidad en el seno de tu familia perdure por siempre!!
con cariño
Lily
Todos pertenecemos a una tribu o un clan, algo así como la familia extendida, quienes se merecen y se han ganado nuestro cariño. También me ha tocado alejarme de los míos por diversas razones, pero tú también debes saber que los lazos son más fuertes que cualquier distancia física.
Saludos y felices fiestas
Los ojos... Una mirada dice tanto. Si tengo suerte, en la parrillada les voy a presentar unos ojitos achinados que hoy me han encandilado. Un abrazo.
Ojitos como ojales, ojitos aymaras, qué linda expresión. Ya me imagino la mordida en plena siesta, ¿te daría susto o risa, o ambos?
JOTITA: Saludos Navideños.
SEBAS: Un abrazo para vos, Anne y toda tu familia.
LILIAN: Siempre pienso en lo mismo: como sera el Marquiño de jovencito y que ojalá no perdamos contacto. Gracias por tus lindos deseos para estas Fiestas. Te mando un abrazo grande y cariñoso desde la ciudad de los anillos.
ISA: Qué lindo tenerte de visita. Como dices, el cariño perdura a través del tiempo y la distancia. Que pases lindas fiesta.
Willi estido: Nos vemos dentro de un ratito. Espero conocer a la musa de ojos achinados hoy.
Eduardo: Te cuento que me dio susto primero y risa luego al ver la carita del chinito y la marca de sus cuatro dientes en mi pié. Un abrazo. Nos vemos hoy en la parrillada.
Si es que hay alguna incoherencia en lo escrito en las líneas de arriba se debe al despelote que arman los chinchosos de mis hijitos, mi sobrina, 3 perras y el más chinchoso de todos: Vladisao que no me dejan concentrarme ni un segundo más. Me voy pero volveré.
El amor de la familia, calor fundamental de la vida.
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