lunes, agosto 17, 2009

LOS PERROS DE MI VIDA

No, no me refiero a ex-novios que me hayan hecho la vida a cuadros, sino a perros, canes, mascotas memorables, de esas de las que te acuerdas siempre, hasta en algunos sueños.

Cuando tenía como ocho o nueve años, mis papás nos compraron un Cocker Spaniel negro como azabache. Me acuerdo que tenía la colita vendada, al parecer se la cortaron mal y se infectó tan horriblemente que no pudieron salvarlo.

Tiempo después mis papás llevaron a la casa un perrito de raza indefinida, al que le pusimos de nombre Coquí por la canción de Menudo (era la época de locura de Menudo, en serio). El Coquí tenía el lomo plomizo y la puntita de las orejas negras. Sus ojos eran super expresivos, tenía una manchita como lunar chiquito a un lado del ocico y era bravísimo. Lo tuvimos solamente por cuatro o seis meses, pues nos trasladamos a una casa que estaba a medio construir y como el Coquí era tan travieso hacía desastre y medio. Lo regalamos a una de las amigas de mi hermana.

Luego de un buen tiempo sin señales de tener mascota, a mi papá se le ocurrió comprar un perro un día que íbamos caminando por la calle Camacho. En la esquina entre Camacho y Bueno (hace más de veinte años) vendían toda clase de mascotas. Entre todo el tumulto de perros varios y gatos flacos mi papá nos convenció de comprar un perro chapi negro con una manchita blanca en el pecho al que él puso de nombre "Gitano" (igual que un perro que el tenía cuando era niño). El Gitano pronto pasó a ser el mimado de mi hermana Liz, que le tejía chompas a croshé, lo peinaba con gel de brillitos (eran los '80) y lo apapachaba todo el rato. Yo era la bruja que lo bañaba y lo sacaba afuera cuando empezaba a chinchosear (según yo) demasiado. Cuando lo sacaba a la terraza, el muy atorrante se resistía con alma vida y corazón y abría sus patas usándolas como barrera entre la puerta y la pared para que no lo saque.

Una vez, mi hermana le puso una chompa que le tejió y el Gitano se salió a la calle. Lo fuimos a buscar, y nada, no aparecía, hasta que media hora después apareció por la puerta de nuestra casa pero sin chompa. No entiendo a quíen podía interesarle una chompa tejida para un perro, pero en fin. La segunda vez que se salió de la casa no regresó más. Mi hermana lloraba desconsoladamente, todos nos pusimos super tristes y decidimos no tener más mascotas. Nunca perdimos la esperanza de recuperar al Gitano, y perro chapi negro parecido al Gitano que veíamos en la calle lo perseguíamos y lo tratábamos de convencer (o tratábamos de convencerNOS) de que se trataba de nuestro perro.

Años de años y por diversas circunstancias no tuve mascota, hasta que mi marido y yo decidimos regalarles a los chicos un perro, pues considerábamos que eran lo suficientemente grandes para cuidar un animalito. Así llegó el Jimbo.

El Jimbo tiene el pelaje abundante y dorado, los ojos café oscuro y el hocico negro. Es cariñoso y adora que las personas que pasan por la reja de la casa lo acaricien. Cuando corre se lo ve hermoso, pues su pelaje dorado al viento es como de película.

El Jimbo es mi compañero, mío más que de los chicos, sobretodo los fines de semana que aprovecho para preparar algo en la cocina, el Jimbo entra, se entretiene con alguna cosa, dormita, y va donde voy. Si estoy lavando los platos o cocinando se acomoda cerca al mueble de las frutas. Si estoy leyendo en el comedor de diario, se acomoda debajo de la mesa y se queda cerca de mis pies. Cuando mi marido entra a la cocina, el Jimbo se echa de espaldas sobre su lomo y abre sus patas para que mi esposo lo acaricie; entonces sonríe. ¿Que cómo sonríe? pues entrecierra sus ojitos, relaja su hocico y muestra algunos dientes.

Espero que el Jimbo viva muchos años y sea un perro sanito. Me lo imagino como nuestro compañero cuando mis hijos se vayan a hacer su vida. Me lo imagino así: viejito él echado bajo la mesa de la cocina mientras mi marido y yo -no tan viejitos- leemos el periódico o comemos algo rico. Luego, echado sobre su lomo con la barriga al aire sonriendo cuando mi esposo le haga apapachos en la panza. Feliz.

20 comentarios:

Caminante dijo...

Los perros son la pura buena onda, que chido tener mascotas acariciables.

Camélida del Viento dijo...

Los perros son -de lejos- los animales más fieles, dóciles, amados e inteligentes que existen (a pesar de que dicen que los chimpancés, caballos y delfines lo son), pues no.

Amo a los perros y a los gatos, amo a los animales, pero me derrito por los canes..., en este preciso instante; Yotala de dos años u Úsrula de 4 meses, duermen a mis pies. Yoatala es una Coker Inglés de pura cepa -no me enorgullece su abolengo-, de hecho yo prefiero a los criollitos, pero Yotala llegó a endulzarme la vida tres días después de que mi antigua perra; Anouk de 5 años, más criolla que la palabra, muriera envenenada.

Yo no la quería a mi Yota, yo tenía necesidad de pasar el duelo en paz, pero ella llegó como una bendición porque al final fue mi terapia para superar lo de Anouk.

Si escribiera sobre tod@s l@s perr@s que han sido especiales en mi vida, jamás terminaría, es que yo los amo demasiado.

Úrsula (Uli), por otro lado, llegó a mi casa porque mi papá "pidió de regalo un perro", es negra azabache como tu Cocker (QDDG), pero es Schnauzer Miniatura; otra de abolengo..., no, no, a mí me gustan los arrabaleros, pero otra vez, Uli fue un regalo, y en mi corazón hay amor para los con y sin pedigree.

Buen post, está hermoso tu Jimbo..., y es que los perros nos vuelven más buenos -o menos malos- XD

Natalia dijo...

Le tengo miedo a todos los animales. Todos. Pero con este tipo de historias, me entran ganas locas de tener una mascotita y practicar ser mamá jeje.

Muy lindo Jimbo, tiene nomás cara de compañero. =)

Besos!

Daniela Otero dijo...

En mi casa siempre hubo perros, pero míos, míos, sólo algunos. El más entrañable, un viejo pastor inglés, de ojos color miel igualitos a los míos, je!(con delineador y todo). Ése me enamoró desde que lo vi y éramos el uno para el otro, o tal para cual, como quieras verlo. Un día de elecciones, salí a votar con él y se escapó. Yo le gritaba Gooooni, Gooooni, hasta que vino un militar y me preguntó ¿Cómo es que se llama su perro? Bonny, le dije yo, con cara de inocente. Por poco me llevan presa por insultar al entonces presidente. Goni fue mi mejor amigo canino, por rebelde, por jodido y por ser igualito a su mamá. Bello post, querida Vania.

El Lucho dijo...

Hola Vania, andaba yo buscando en internet la película Chuquiago Marka y no me preguntes cómo, pero llegué a tu blog. No tengo claro cómo funciona esto, pero si sé que me ha encantado, casi te puedo decir que estoy sorprendido, normalmente, quizás por torpeza mía, en cualquier sitio de comentarios y artículos solo se encuentran observaciones carentes de sensibilidad y me atrevería a decir que incluso de sentido común. Y así sin más, en medio de tanta sandez he dado con un rincón lleno de frescura y por fin encuentro un lugar donde, como boliviano exportado a otro país, puedo detenerme a leer con placer el buen hacer de tu entrega. Trataré de guardar el link y acudir periódicamente a él.
Espero que sigas adelante con este blog.

Lilyth dijo...

Siempre que te visito termino con carcajadas y lagrimitas, una mezcla extraña porque las lagrimitas no siempre son de tanto reír. De todos los perros que han pasado por mi casa, dos se han ganado mi corazón, uno se llamaba Peky (porque cuando nos lo regalaron era supuestamente pekinés, cosa que no sucedió nunca) que cuando se puso viejito aprovechando un descuido de los trabajadores que hacian algo en el patio, se fue a morir lejos, como lloramos!! saliamos todos los días a buscarlo y nada. La otra se llamaba Tomasa, una chapi blanca que era mi vivo retrato, tan melodramática como yo :)
Las mascotas en mi casa se vuelven parte de la familia... ayyyyy no se, tengo tanto que escribir que posiblemente les dedique un post
;)

Vania B. dijo...

Edgar: Muy cierto, las mascotas acariciables son las mejores.

Camélida: El Jimbo es Golden Retriever, y es el único con abolengo en esta casa jejejeje, pero igual lo querríamos si fuese un chapi de la mezcla más diversa. Me encantaron los nombres de tus perros!

Natalia: Cuando era chiquita yo también les tenía miedo a los perros, pero desde el Jimbo (que es grandote y torpe) ya no, así que nunca es tarde para tener una mascota y dejar de tenerles miedo a los animalitos.

Dani: Sólo vos podrías haberle puesto Goni a un perro. Aunque... mi papá me contaba que en la época de la guerra fría, en su barrio (barrio minero) había un señor super "comunista" que le puso de nombre a su perro "Nixon". En respuesta, el vecino de al lado, simpatizante con los yankees, le puso de nombre a su perro "Khruhshev", así que cuando estos dos perros salían a la calle era un chiste escuchar a sus amos llamarlos por su nombre. Lo que no sé es si estos perros eran amigos o enemigos jajajaja.

Luis: Muy agradecida por tu comentario. Me alegro muchísmo que te haya gustado el blog.

Lilyth: Dicen que las mascotas adoptan la personalidad de alguno de los miembros de la familia. No me imagino una chapi melodramática jajaja, a pesar de que la abuela de mi esposo tiene una poodle insufrible como ella. Si fuera cierta esta teoría, el Jimbo sería retrato de mi esposo, adorable, cero estress y preocupaciones.

Un abrazo a todos y todas hasta donde estén:
Edgar - Méxicolindoyquerido
Camélida: La Paz???
Natalia: Ciudad de los anillos
Dani: De aquí a dos cuadritas (Chuquiago)
Luis (Lucho): Madrid, el otro lado del charco.
Lilyth: Barcelona, otro lado del charco.

Adikia dijo...

Que lindo post :)
Me acorde de Pulgon, Gringo, y de mi actual y querido Cacho.... =)

Definitivamente son los mejores amigos del hombre!

Lucybel dijo...

Tu cachorro se parece a mi Kingo (que apareció en alguna entrada mia hace unos meses). Igual de rubio, igual de pelito largo... solo que el tuyo posa un tanto más sonriente... el mio se hace el interesante... medio romántico mezclado con nostálgico.

Lindo son los perritos, que haría yo sin un compañero de ocico húmedo y lengua siempre dispuesta a dar de lametazos. Que puedo decirte, mi amor por los perros llega a extremos muchas veces y eso ocasiona algunos problemas... como el tener en casa 6 perros en la actualidad :S

Saludos!

Anónimo dijo...

Nosotros no fuimos muy creativos para los nombres de nuestros perros: Dino I y II (ambos cocker spaniel color caramelo), Goofy (Basset Hound). Entre los nombres más originales que escuche para un perro estaban los de mi abuela y un amigo: Hitler y Chuflay, respectivamente.
Los menos originales: blanco y café (evidentemente estos eran los colores de los perros) y ¿oso? (¿como puedes ponerle el nombre de otro animal a otro animal?)
De todas formas, sigo prefiriendo los gatos, no les importa si tienen nombre o no; no te piden, tú estás en la obligación de darles; y te demuestran cariño cuando se les canta, no cuando tu quieres. En pocas palabras: conservan su dignidad hasta el final.

luistigre dijo...

Es bueno siempre recordar a las mascotas, yo tuve pocos perros creo, la pancha q andaba siempre preńada, luego uno medio grande q me mordio el poto una vez, el ludovico primero q murio envenenado, la camila q dormia en mi cama (un monstruo tipo collie mas grande q yo cre) y el ludovico 2 q es del q mas me acuerdo pq mordia a todos menos a mi mama y q ladraba cada vez q habian discusiones en mi casa. Super lindo, lo regalamos pq cambiamos de casa a depto.

Bueno tb tuve un pollo de mascota, mi idea era ponerle correa y sacarlo a pasear jajajaja bue... no resisti ni un dia con el dichoso ya q piaba mucho asi q lo regale a un vendedor de pollos jajaja

none dijo...

somos nomás irresistibles, na que hacer flaka.
Saludos

CUCHITA dijo...

Te cuento que entre los perritos mas interesantes que tenia estuvo "mariana" una cocker amarillita, muy linda, que sorprendentemente adopto a un gatito le dio de mamar hasta muy grande ,que gato flojo no? lo interesante es que mi hermano tenia una moto que la dejaba afuera de la casa y el "gato perro" la cuidaba afuera y gruñia al que se hacercaba :)

Ambarviolenta dijo...

Son hermosos. Antes de la Flor tenia al Tobias, parecido a tu Jimbo y antes antes al Lupi. Todos bellos. Siempre tuve machos, pero esta vez quise una hembrita. HAy muchisimas diferencias. Esta Flor es hermosa, es una Cocker y es una mimada. Todos la mimamos. Es que es inevitable, es muy hermosa y dulce.
El Tobias era otro tipo de mascota, indpendiente, jodido como el solo, pero dulce. Y tambien reia como el Jimbo.
Un balsamo para el alma este tu post, birlo! BEsotes

Vania B. dijo...

Adikia: Muy cierto, son una compañía incomparable los perritos.

Lucybel: La verdad a mí me cuesta tener perrito. Mi Jimbo es amadísimo, pero tener más de uno me parece complicado. Mi marido quiere comprar una perrita igual al Jimbo (se llamaría Janis), pero me resisto, más que nada porque la casa donde vivimos no es nuestra, así que si por x o z nos mudamos a un depto o a Tangananica estamos listos con dos perros.

Mario: Una amiga de colegio tiene un Cocker llamado Dino, y una de mis tías tuvo una dinastía de "Osos" desde que era soltera hasta hace poco. En cuanto a los gatos son interesantísimos. Quiensabe algún día tengamos uno.

Citizen: Ludovico es un bonito nombre para un perro.Y lo del pollo me mató jejeje.

Cuchita: Un gato/perro? genial!!! no me imagino un gatito rugiendo como un perro. Buenísimo.

Cami: La Flor es una hermosa, sobretodo con las chompas que le pones.

Un abrazo enorme a todos.

Daniela Otero dijo...

Ah, si te contara las cosas que me hizo vivir el Goni. Era absolutamente celoso con mis cosas, tanto que no dejaba que mi mamá se ponga mis chompas ni que la empleada entre a mi cuarto a tender mi cama. Por culpa de sus celos enfermizos atacó una vez a mi amiga, pues en la entrada universitaria ambas bailamos Kullaguada y, obvio, los disfraces eran idénticos. Cuando mi amiga fue al baño la escuché gritar :"No es de tu mamá, Goni, no es de tu mamá". Sólo cuando vio que yo estaba con mis zapatillas entendió que eran dos pares diferentes. Nos amábamos, con el Goni.

Anónimo dijo...

Je...rico post,cómo no recordar a nuestros cachorros.Debo confesarme un amante de los canes,ahora tengo uno que lo traje de Santa Cruz,chapi,pelo enmarañado y parece que aquí en La Paz está en su ambiente,por el clima seguramente,pero el Oski-así se llama el quiltro-es objeto de nuestros experimentos ,padre e hijos,para educarlo...es que somos admiradores explícitos de César,El encantador de perros,y lo usamos al pobre...A propósito de Coquí,me acordé de la cancioncita medio rara"...oh coquí no hay nadie que ame tanto a nuestro país,oh coquí yo también te amo a tí..."o sea una rana que ama a su país y un tipo que ama a la rana,en fin.Vania creo que el gitano se escapó debido a que no soportaba que lo peinen con gel y brillitos,el colmo.

Anónimo dijo...

P.D. El otro día caminaba por la Avenida Bush,un poco antes de la plaza Villarroel,y me detuve...entonces sentí un ladrido fuerte y amenazador a mis espaldas,esperé encontrarme con un monstruo dispuesto a devorarme,me di vuelta y vi un perro igualito al Jimbo de la foto,que me movía la cola desde una puerta de rejas,sacó la cabeza y yo se la rasqué,el perrito complacido...otro Jimbo?

Vania B. dijo...

Dani: Bello tu Goni, compañero a toda prueba. Lo que sí te cuento que sigo con la increíble historia del "Tequila" de la Vero Vero en la cabeza.

Antonio:A mí tambén me encanta ese programa, es buenísimo, sobretodo cuando lleva a algunos perros y lo integra a su "jauría", es increíble ver como los perros más malcriados y más temáticos adquieren un comportamiento "normal". Como darles un ubicatex forte. En cuanto al Jimbo que viste por la Busch, te cuento que no es el mío, debe ser otro igual de buen tipo. La reja del mío está más al sur.

Un abrazote a los dos, Dani y Antonio.

Unknown dijo...

Yo nunca pude tener mascota, siempre viví hacinado en un departamento.

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