miércoles, junio 25, 2008

FIRST BLOOD MATCH


V- Quiero saber quién ha hecho caer la cortina
El Rodri y el Sebas se señalan el uno al otro
S- Bueno, yo he hecho caer, pero fue accidentalmente
R- Sí, es que estábamos jugando First Blood Match y el Sebas se resbaló en un estuche que estaba en el piso y se agarró de la cortina.
V- Estaban jugando qué? lucha libre seguro
R- Sí. Es First Blood Match, o sea el primero que sangra, pierde.

lunes, junio 23, 2008

PENITENCIA

Traducción:

¡Rodri!
Haremos otra partida (de basket con una pelota amarilla de goma en el cesto de la ropa sucia), y el que pierda baila dos canciones con la mamá (esa si que es una penitencia, parece).

P.D. Al final, el Rodri y yo bailamos dos cuequitas del "Papirri".

miércoles, junio 18, 2008

GUMERCINDA



La Gumer vive dentro de un sueño. En ese sueño las personas nacen, crecen, se reproducen y esperan por muchos años la muerte. Punto.

Ayer - por un instante que no duró más que breves segundos- la Gumer despertó. Se dio cuenta que tiene treinta y cinco años, cinco hijas mujeres y que vive con un hombre al que no ama. Pensó entonces que el destino es algo que no puede cambiarse y volvió a hundirse en el río caudaloso de su sueño dejándose llevar, pues le dijeron que en ese río no se puede nadar contra la corriente.

Y es que todavía nadie le ha dicho que despertar duele, pero que al despertar se puede tomar control sobre el destino y cambiar la suerte para siempre. Nadar contra corriente no es imposible.

viernes, junio 13, 2008

DE BOLSAS Y OTRAS ADOPCIONES

Una de las diferencias que tenemos con mi querido Choli es la conciencia ecológica. Nos pasa con el agua, por ejemplo, ya que para afeitarse o lavarse los dientes, el susodicho deja el agua corriendo a full y eso me mata. Claro que a él también le llega al copete que le cierre el grifo y que le diga cosas como “ucha, con toda esa agua ya se hubieran bañado tres negritos” esto bajo el supuesto de que los niños africanos no se remojan en la ducha como a veces lo hacen mis hijos o como –lo confieso – a veces hago yo, remojándome como chuño y saliendo de la ducha como gallina sancochada.

Siguiendo con esto de la conciencia ecológica, la semana anterior Lilyth y Carmen escribieron en sus blogs algunos posts sobre lo contaminantes que son las bolsas de plástico. Como me quedé con ese tema en la conciencia, el Domingo que me tocaba hacer las compras de la semana logré portarme como una mujer con conciencia “verde”: tempranito en el Supermercado pedí a los chicos embolsadores que pusieran mis compras en cajas de cartón y antes de comprar las frutas y verduras compré dos bolsas de mercado de esas truchas de a dos pesos pero que soportan peripecias varias y le pedí a Doña Felipa que ponga todo directamente en esas bolsas y ya no cada tomate, cada perejil, cada manzana y yerbas similares en infinitas bolsitas que luego se botan nomás porque no se las vuelve a utilizar.

Considerando que las bolsas plásticas tardan como 100 años en biodegradarse , les propongo seguir la iniciativa de Lilyth: ADOPTAR UNA BOLSA, una de esas bolsas que nos sirvan para re-usarla las veces que sea necesario cosa de prescindir en lo posible de las odiosas bolsitas plásticas.

Ya sé que todavía hay muchísimas cosas por hacer, muchas actitudes por cambiar (empezando por la remojada en la ducha). Ya sé que al lado de los grandes contaminantes del planeta como las industrias y los Tigres Asiáticos que fabrican todo hasta llenar el planeta de basura, somos el microbio tuerto del piojo tuerto, pero este es un primer paso y un granito de arena para mejorar un poco nuestra convivencia con la naturaleza.

¿Se anotan?

martes, junio 10, 2008

THE LONE PROSPECTOR


Cuando era niña- o sea hace más de cuarto de siglo- mi papá me llevó al cine a ver una película de Chaplin. Yo me acuerdo bien que entendí que íbamos a ver una película del Chapulín, así que no me resistí. Al momento en que empezó la película me sentí engañada, pues en vez del héroe mexicano del traje rojo con el corazón amarillo en el centro y las antenitas de billí para detectar la presencia del enemigo, empezó una película en blanco y negro con un hombrecillo desgarbado de zapatos exageradamente grandes, pantalón ancho y una cara con expresión inocente y melancólica. Poco a poco el hombrecillo me fue encandilando, reí como loca y al final de la película salí contenta de haber ido a ver y a conocer a Charles Chaplin.

Ayer Lunes, como nunca los chicos no tenían tarea. Con tan bello motivo decidimos ver una película. Por suerte mi choli se acordó de que había comprado algunas películas de Charles Chaplin, así que usando artimañas varias logramos convencer a los enanos de que era la mejor opción. Bueno en realidad les dijimos “o vemos Chaplin o se ponen pijama y se van a dormir ahorita”, pues las otras dos opciones eran “Alvin y las ardillas” y “No way out” (una con los luchadores de la WWE).

La película elegida: La Quimera de oro (The Gold Rush).

La versión que vimos no era muda, pues había un relator (la voz del mismo Charles Chaplin) que narraba la tragicómica historia de un hombrecillo (the Lone Prospector, según el reparto de la película) sobreviviendo en un medio tan hostil como Alaska en la época de la fiebre del oro. Las escenas que más nos hicieron reir:

  • La pelea entre Big Jim y el fugitivo por el rifle.
  • La cena de Acción de Gracias y el zapato hervido.
  • El baile con Georgia y el cinturón con perro incluido.
  • El entrañable baile de los panecillos
  • La cabaña al borde del precipicio

Como todas las películas que tienen como protagonista al solitario vagabundo de sentimientos nobles (Chaplin) esta es una película que narra magistralmente la dura vida en un pueblo minero azotado por la naturaleza (nieve por doquier). La película muestra dos caras de una moneda, por un lado personas que solamente buscan riqueza y matan con avaricia cualquier sentimiento de nobleza y dignidad (Black Larsen, el bandido y Jack Cameron el vividor del pueblo), y por el otro personas generosas como Big Jim que se hace amigo y socio de Chaplin y Hank Curtis, el hombre que auxilia a Chaplin dándole refugio y comida. Chaplin lógicamente se sitúa en el lado de los buenos, pero Georgia, el gran amor del hombrecillo solitario está en las dos caras de la moneda. En un principio se muestra superficial y ambiciosa, pero luego se ve que ella es así por el medio en el que vive y que lo que ella quiere en realidad es encontrar un hombre bueno que la quiera.

Los enanos quedaron encantados con la peli, pues tiene todo lo que les gusta: acción y comedia. Estoy segura que al igual que yo hace mu…chos años, fueron quedando fascinados con Chaplin de a poquito, a medida que transcurrían las peripecias de aquel hombrecillo de mirada melancólica y traje de vagabundo: un eterno buscador solitario de emociones.

viernes, junio 06, 2008

JUSTO PASTOR

Primer día de clases en Tercero Intermedio. Entró al curso un profesor un poco mayor, cabello blanco e impecablemente vestido. Nos saludó muy serio y empezó a escribir su nombre en la pizarra con perfecta letra palmer: Justo Pastor, Cornejo Segurondo; así, con coma entre nombres y apellidos. Su voz era potente y su mirada infundía una mezcla de respeto y miedo. En el curso había un silencio sepulcral que nadie se atrevía a romper. Así sin más ni más empezó el año con el profesor de Lenguaje más memorable de mis años de colegio.

El Justo era un profe a la antigua, casi como esos de la película de Pink Floyd (The Wall), con esa capacidad de mantener a cuarenta adolescentes de 13 años quietos y callados como estatuas con una sola mirada. Cuando le sacábamos de sus casillas se paraba apoyando sus dedos flexionados en la mesa, achinando los ojos y pronunciando pausadamente cada palabra en ese su tono de voz que se escuchaba hasta el otro curso: “¡ovejas de Achacachi!” y nosotros temblando como hojas. Era super estricto con los horarios, ni pensar en llegar después del segundo timbre. Cuando la puerta estaba cerrada, ya no se podía entrar; no importaba si uno estaba usando muletas, imposible. Con la ortografía ni qué decir, pues tenía la manía de poner las tildes olvidadas con rojo y de un tamaño gigante, cosa que la hoja terminaba como una polera de River Plate.

Con ese profe aprendí a rezar. Don Justo Pastor revisaba las tareas aleatoriamente y pobre del que no hacía o no llevaba cuaderno, era una Oveja de Achachachi con mayúsculas, una oveja "reloaded", o sea ya no ya de bestia peluda. Una vez me olvidé el cuaderno de ortografía y casi me muero del susto cuando revisé mi mochila y el mentado cuaderno no estaba. Ese segundo me recorrió una sensación de frío por la espalda y me puse a rezar fervorosamente para que se salte mi nombre de la lista. Prometí que iba a consagrar mi vida a Cristo, que no iba a faltar más a la iglesia los Domingos, que iba a donar mi ropa favorita a los desposeídos y no sé qué cosas más, faltaba poco para que me arrodille. Por suerte (o quizá Diosito escuchó mis ruegos) el profe no me revisó el cuaderno.

Pero sus clases no solamente eran un régimen de terror. Tenía también sus salidas chistosas y sus ocurrencias, como cuando nos recitó el poema de la "Z", genial.

No sé si seguirán existiendo profes como don Justo Pastor, Cornejo Segurondo. De lo sí que estoy segura es que ya ningún adolescente se espanta si le dicen “Oveja de Achacachi”.

martes, junio 03, 2008

NÚMEROS ROMANOS


Mi hermana Liz tenía como ocho años y estábamos en vacaciones de invierno. El Domingo antes de empezar clases a mi mamá (alias “la Peti”) se le ocurre revisar que todas las tareas para el colegio estén hechas, cuando ¡oh sorpresa! mi hermana Liz (alias “la Chinita”) no había hecho la tarea de Matemáticas. En el cuaderno decía literalmente: “Escribir números romanos del 1 al 2,000”. La Peti casi se cae de espaldas, y le lanzó a la Chini una mirada matadora, de esas que heredé yo. Como era Domingo en la nochecita y al día siguiente la Chini tenía que presentar su tarea de Mate, la Peti pidió refuerzos.

Mi papá (alias “el Negrito”), la Peti, la Chinita y yo (alias “la Manzana”) pusimos manos a la obra: escribir números romanos del 1 al 2,000 separando cada número con rayitas de lápiz rojo ¿se imaginan el trabajo?. Uno de esos ratos la Chinita descubrió que el Negrito estaba haciendo trampa saltándose varios números e incluso decenas enteras y se puso a llorar, ya que según ella su profesor (que me acuerdo muy bien, se llamaba Rafael) iba a darse cuenta y a ponerle “0” por floja. Como todo buen padre - por que las mamás no nos conmovemos tan fácilmente- el Negrito no aguantó las lágrimas, así que prometió no saltarse ningún número nunca más y rehizo su parte.

A las 11 de la noche y con las manos macurcadas terminamos la titánica tarea. La Chinita estaba dormida, yo (la Manzana), con mi cara de pocos amigos (para variar) y mis papás agotados. Cerramos la carpeta con los dos mil números romanos separados por rayitas rojas. Mi mamá alistó los útiles de la Chini - que no clasificó hasta esa hora - y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, a la hora del almuerzo, la primera pregunta a la Chini fue como le había ido con la famosa tarea de Mate. La Chini, con ese aire alegre e inocente que tiene hasta ahora, nos contó que le fue superbien, que le pusieron una felicitación y todo. Lo que nos enteramos después: que solamente tenía que escribir los números romanos del 1 al 200. Casi la estrangulamos.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...